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dilluns, 30 d’abril del 2012

WEBLEY PATRIOT, sobre la mesa de operaciones


Carabina de potencia muy grande, pesada, dura de carga, voluminosa, pero a la vez de una precisión inimaginable en las armas de resorte-pistón nacionales (y muchas no nacionales), su gran peso y creo que el diseño de la culata, propician que la inmensa sacudida de su mecanismo apenas perjudique la precisión. Si se tiene fuerza para mantener el encare el tiempo necesario para asegurar la puntería se obtienen muy apreciables resultados.

Su disparador, siendo bueno, no es superior. Tiene un primer tiempo largo para mi gusto que no es regulable, el segundo si que se puede acomodar mediante un tornillo. Pero con un poco de práctica, el disparo te sorprende y las dianas se encadenan.

Han pasado varios ejemplares por mis manos y reconociendo que está muy bien diseñado, hay que constatar que tiene una pequeña dificultad para quitar el pistón sin despiezar todo el sistema de disparo. Desmontar este, no es recomendable si no hay razones de peso, pues al no ser un kit separable y estar soldado al cuerpo del arma, dificulta mucho ver e incluso imaginar la colocación y la función de las piezas que lo componen. De ser imprescindible, hay que poner mucha atención, es complejo. A tal punto es difícil, que me llegó uno para “curar”, que había recibido un importante maltrato por parte de un “tuneador” de campanillas de la geografía nacional y este último (Beeman Kodiak de procedencia ultramarina) me llegó a piezas dentro de una bolsa porqué un reconocido armero sudamericano (me consta que muy bueno en armas de fuego) no fue capaz de armarlo de nuevo tras el encargo de revisión que el propietario le hizo.

Para dar algunas pistas a quien tenga necesidad de cambiar muelle o sello o repasar y engrasar sus interioridades, procedo a continuación a despiezar este ejemplar que va equipado con el sistema Gas-ram de Theoben. Sustituyendo este ingenio por el muelle y su guía, puede servir de orientación para despiezar cualquier arma de este tipo.

Separar el hierro de la culata no tiene secreto. Quitar los dos tornillos delanteros laterales y los dos que fijan el guardamonte es preceptivo para este primer paso.
Para trabajar mejor procedemos a separar el cañón del cuerpo de potencia. Es tan fácil como quitar el tornillo pasador (previamente el tornillito seguro) y tirar procurando no extraviar las dos arandelas de plato que en los laterales colaboran en el buen ajuste cañón-cuerpo.


Para abrir la cámara de potencia es casi obligatorio disponer de un compresor de muelles de tamaño adecuado (la envergadura de este rifle es superior a la mayoría de los “corrientes”) y si en un Cometa o Gamo normal puede uno hacer la machada de desmontar, seguro, y con esfuerzo volver a montar “a mano”, con este resulta imposible para un mortal de no ser muy dotado físicamente.

Como el obturador-contenedor del seguro es una pieza de forma redondeada en su parte visible posterior, me fabriqué un suplemento de madera para acoplar al compresor de muelles, y así evitar posibles deslices cuando se comprime el resorte. Para instalar el Gas-ram, es casi imprescindible porque cuesta muchísimo comprimir los pocos milímetros necesarios para el correcto alojamiento. Si se trata de muelle, la resistencia es progresiva, pero el recorrido a comprimir es de centímetros y el compresor es también necesario.

















Una vez instalado todo correctamente, basta con tensar un poco el sistema a base de enroscar la tuerca del compresor de tal modo que permita quitar el pasador sin dificultad. En caso de tensar en demasía, lograríamos el efecto contrario, pues comprimiríamos el pasador contra la parte opuesta de los agujeros del cuerpo del arma e impediría su extracción.


Quitado el pasador, con desenroscar el compresor queda en nuestras manos el obturador posterior. 


Puesto que este contiene el sistema de seguro que consta de la corredera, un muelle y una bolita de algún tipo de polímero, es preciso vigilar mucho para no perder nada o prevenir mediante una goma elástica el desparrame de piezas por el suelo.


Una vez quitado el obturador posterior podemos sacar el muelle (en mi caso el Gasram), pero al intentarlo con el pistón nos encontramos con una pieza interpuesta que nos lo impide. Es la palanca que al ser empujada por el pistón en su camino hacia atrás en la acción de amartillado, levanta todo el sistema para que trabe el citado émbolo. En la foto es señalado con la flecha.


Para lograr que salga el pistón podemos despiezar todo el sistema de disparo, cosa complicada que requiere mucha atención para recolocar todo en su sitio o bien quitar sólo la pieza que nos estorba. Lógicamente si no hay necesidad, no nos complicamos la vida y procedemos a quitar el pasador señalado (previamente el muelle-seguro en forma de media luna, claro):


Y con unas pinzas o herramienta adecuada sacamos la pieza mencionada. Es conveniente fijarse en como va colocada que algún arma me ha llegado con la piececita invertida. En la foto se ve tal como va orientada:


Cabe la posibilidad de que queramos desmontar todo le sistema de disparo por alguna cuestión que se me escapa.
Entonces, adelante, pero a modo de orientación me permito adjuntar foto del sistema “re-montado por el exterior del casette” para que se aprecie el orden y modo de colocación de las diferentes piezas que alberga.


Aquí se ve la posición de la pieza elevadora (la que toca el destornillador) que nos dificulta la extracción del pistón si no la removemos.

Otra pequeña dificultad en el rearmado del sistema la propicia la colocación del muelle que mantiene el gatillo en posición (en esta foto no está puesto), que va colocado alrededor del pasador de éste. Que no es fácil de colocar me lo demuestra el hecho que todas las armas que me han llegado manipuladas tenían este muelle deformado en mayor o menos medida.
Como es muy difícil mantener el resorte en su sitio, presionar el gatillo hasta que coincidan los agujeros e introducir el pasador con solo dos manos (mira que he echado en falta tener alguna más en muchísimas ocasiones, pero si tenemos solo dos, por algo será... la evolución se ve que no ha notado la carencia), me he ideado un sistema que ayuda.

Es algo tan simple como proveernos de un falso pasador igual de largo que el ancho del gatillo en la parte de los agujeros e introducirlo con el muelle puesto tal como ha de trabajar. En este caso he usado un trozo de varilla de latón (amarillo).


Así armado, se coloca el conjunto (gatillo-muelle-falso pasador) en la posición correcta y se introduce el pasador original de tal modo que al ir entrando, empuje y vaya expulsando el de latón. Si hay suerte y el recorrido es continuo, el muelle pasará de ser soportado por un pasador a serlo por el otro sin problemas, además de quedar asentado todo perfectamente en los agujeros pertinentes.


Con un mínimo de habilidad, resulta más fácil hacerlo que explicarlo.

Nada, que si hay necesidad de meter mano al sistema de disparo de un Patriot, valor y al toro. Con estas sencillas indicaciones debería ser suficiente para no “tener un accidente”. Suerte.